Quién es Dios según la Biblia y Cómo es Él

En este artículo, exploraremos quién es Dios según la Biblia y cómo se describe su naturaleza y atributos. La Biblia presenta a Dios como el ser supremo y creador del universo, dotado de características únicas que lo distinguen de cualquier otra entidad. Analizaremos sus atributos esenciales, como su omnipotencia, omnipresencia, omnisciencia y eternidad, entre otros.

Además, abordaremos la doctrina de la Trinidad, que describe a Dios como una unidad de tres personas: el Padre, el Hijo (Jesús) y el Espíritu Santo. Esta comprensión de Dios es fundamental para la fe cristiana y revela cómo interactúa con la humanidad. A través de este análisis, buscaremos ofrecer una visión clara y concisa de la identidad y naturaleza de Dios según las Escrituras.

Índice

La naturaleza de Dios según la Biblia

La Biblia describe a Dios como el ser supremo y creador de todo el universo. Es eterno, sin principio ni fin, y es espíritu, lo que significa que no tiene cuerpo ni limitaciones físicas. Dios es omnipotente, lo que implica que tiene el poder absoluto sobre todas las cosas. Su omnipresencia le permite estar en todos los lugares al mismo tiempo, y su omnisciencia significa que conoce todo, incluyendo pensamientos y futuros.

Contenido que puede ser de tu interés:El perdón de Dios: Cómo Recibirlo y su Significado para TiEl perdón de Dios: Cómo Recibirlo y su Significado para Ti

Dios es también todopoderoso, lo que subraya que no hay nada que no pueda hacer. Su eternidad lo coloca fuera del tiempo, sin principio ni fin. La santidad de Dios indica que es perfecto y sin culpa, y su naturaleza amorosa se manifiesta en todas sus acciones. Además, Dios es inmutable, lo que significa que nunca cambia, y es autosuficiente, no necesita nada ni a nadie para existir.

La justicia de Dios asegura que todas sus acciones son rectas e imparciales, mientras que su misericordia ofrece perdón y ayuda a quienes lo buscan. Dios es fiel, cumpliendo siempre sus promesas, y es la fuente de toda sabiduría. Como salvador, redime y salva del pecado, y su trascendencia lo coloca por encima de todo lo que podemos entender. La Biblia presenta a Dios como un ser que ama profundamente a la humanidad y desea su salvación, ofreciendo vida eterna a través de Jesús.

Dios como creador del universo

La Biblia comienza con una afirmación poderosa y fundamental: "En el principio creó Dios los cielos y la tierra" (Génesis 1:1). Este versículo establece a Dios como el origen de todo lo que existe. Según las Escrituras, Dios no solo creó el universo, sino que lo hizo de la nada, demostrando su poder absoluto y su capacidad para traer a la existencia todo lo que es visible e invisible. La creación no es un acto aislado, sino una expresión continua de su voluntad y propósito.

Contenido que puede ser de tu interés:¿Quién es Jehová y qué significa ese nombre? - Explicación detallada¿Quién es Jehová y qué significa ese nombre? - Explicación detallada

El relato de la creación en Génesis describe cómo Dios ordenó el caos primordial y estableció un cosmos armonioso y funcional. En seis días, Dios creó la luz, el cielo, la tierra, los mares, las plantas, los animales y, finalmente, al ser humano, a quien hizo a su imagen y semejanza (Génesis 1:26-27). Este acto de creación no solo muestra su poder, sino también su sabiduría y amor, ya que todo lo que hizo fue declarado "bueno" y destinado a reflejar su gloria.

Además, la Biblia subraya que Dios sostiene y gobierna su creación. En Colosenses 1:16-17, se afirma que "en él fueron creadas todas las cosas, tanto en los cielos como en la tierra, visibles e invisibles... y en él todas las cosas subsisten". Esto significa que la existencia y el orden del universo dependen continuamente de la voluntad y el poder de Dios. No es un creador distante, sino uno que está íntimamente involucrado en el mantenimiento y dirección de su creación.

Atributos de Dios

Dios posee varios atributos clave que lo distinguen y definen su naturaleza según la Biblia. Uno de los atributos más destacados es su omnipotencia, lo que significa que Dios tiene el poder absoluto sobre todas las cosas. No hay nada que esté fuera de su control o que no pueda realizar. Esta omnipotencia se refleja en la creación del universo y en los milagros descritos en las Escrituras.

Contenido que puede ser de tu interés:Salmo 121: Explicación de la Seguridad en un Mundo AtribuladoSalmo 121: Explicación de la Seguridad en un Mundo Atribulado

Otro atributo esencial es su omnipresencia. Dios está presente en todos los lugares al mismo tiempo. No hay rincón del universo donde su presencia no se sienta. Este atributo asegura a los creyentes que Dios está siempre con ellos, sin importar dónde se encuentren.

La omnisciencia de Dios es otro aspecto fundamental. Dios conoce todas las cosas, pasadas, presentes y futuras. No hay nada oculto para Él, ni siquiera los pensamientos y las intenciones del corazón humano. Esta omnisciencia le permite juzgar con justicia y actuar con sabiduría perfecta en todas las situaciones.

Además, Dios es eterno, sin principio ni fin. Su existencia trasciende el tiempo y el espacio, lo que significa que siempre ha existido y siempre existirá. Esta eternidad subraya la constancia y la inmutabilidad de Dios, quien no cambia con el tiempo ni con las circunstancias.

Contenido que puede ser de tu interés:Explicación del Salmo 127 para la Familia - Significado y ReflexiónExplicación del Salmo 127 para la Familia - Significado y Reflexión

Omnipotencia: Todo lo puede

La omnipotencia de Dios es uno de los atributos más destacados en la Biblia. Este término se refiere a la capacidad de Dios para hacer todo lo que es lógicamente posible y que esté en armonía con su naturaleza. En Génesis 1:1, se nos presenta a Dios como el creador del cielo y la tierra, demostrando su poder absoluto sobre toda la creación. No hay nada que escape a su control o que esté fuera de su alcance.

En el libro de Jeremías 32:17, el profeta exclama: "¡Oh Señor Jehová! He aquí que tú hiciste el cielo y la tierra con tu gran poder, y con tu brazo extendido; ni hay nada que sea difícil para ti". Este versículo subraya la idea de que no hay tarea demasiado grande o compleja para Dios. Su poder es ilimitado y se extiende a todos los aspectos del universo, desde lo más vasto hasta lo más minúsculo.

La omnipotencia de Dios también se manifiesta en su capacidad para realizar milagros y actos sobrenaturales. En el Nuevo Testamento, Jesús, quien es Dios encarnado, demostró este poder al sanar a los enfermos, resucitar a los muertos y controlar las fuerzas de la naturaleza. Estos actos no solo revelan su poder, sino también su compasión y amor por la humanidad.

Contenido que puede ser de tu interés:Salmo 144: Su Significado y Para Qué Sirve en Tu VidaSalmo 144: Su Significado y Para Qué Sirve en Tu Vida

Omnipresencia: Está en todas partes

La omnipresencia de Dios es uno de los atributos más asombrosos y reconfortantes descritos en la Biblia. Este concepto significa que Dios está presente en todos los lugares al mismo tiempo. No hay rincón del universo donde su presencia no se sienta, y no hay situación o circunstancia en la que Él no esté involucrado. En el Salmo 139:7-10, el salmista expresa esta verdad de manera poética: "¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? Si subiere a los cielos, allí estás tú; y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás. Si tomare las alas del alba y habitare en el extremo del mar, aun allí me guiará tu mano, y me asirá tu diestra."

La omnipresencia de Dios no solo implica que Él está en todas partes, sino que también está completamente presente en cada lugar. No es que una parte de Dios esté aquí y otra parte allá; más bien, toda su esencia está presente en cada punto del espacio y del tiempo. Esto significa que Dios está igualmente accesible para todos, sin importar dónde se encuentren. Jeremías 23:23-24 refuerza esta idea: "¿Soy yo Dios de cerca solamente, dice Jehová, y no Dios desde muy lejos? ¿Se ocultará alguno, dice Jehová, en escondrijos que yo no lo vea? ¿No lleno yo, dice Jehová, el cielo y la tierra?"

La omnipresencia de Dios también tiene implicaciones prácticas para la vida de los creyentes. Saber que Dios está siempre presente puede ser una fuente de gran consuelo y seguridad. No importa cuán solitarios o abandonados podamos sentirnos, Dios está siempre con nosotros, dispuesto a escuchar nuestras oraciones y a ofrecer su ayuda. Al mismo tiempo, su omnipresencia nos recuerda que no podemos ocultar nada de Él; nuestras acciones, pensamientos y motivaciones están siempre a la vista de Dios. Esto nos llama a vivir de manera íntegra y a buscar su guía en todo momento.

Contenido que puede ser de tu interés:Reflexión sobre el Salmo 139: Dios Todo lo Ve y SabeReflexión sobre el Salmo 139: Dios Todo lo Ve y Sabe

Omnisciencia: Conoce todo

La omnisciencia de Dios es uno de los atributos más destacados en la Biblia. Este término se refiere a la capacidad de Dios para conocer absolutamente todo: pasado, presente y futuro. No hay nada oculto para Él, ni siquiera los pensamientos más íntimos de cada ser humano. En el Salmo 139:1-4, el salmista expresa esta verdad al decir: "Oh Jehová, tú me has examinado y conocido. Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; has entendido desde lejos mis pensamientos. Mi caminar y mi reposo has escudriñado, y todos mis caminos te son conocidos. Pues aún no está la palabra en mi lengua, y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda."

La omnisciencia de Dios también implica que Él tiene un conocimiento perfecto y completo de todas las cosas. No hay nada que escape a su entendimiento, y su sabiduría es infinita. En Isaías 46:9-10, Dios mismo declara: "Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos; porque yo soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mí, que anuncio lo porvenir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero."

Este conocimiento absoluto de Dios no solo abarca los eventos y acciones, sino también las intenciones y motivaciones del corazón humano. En Hebreos 4:13 se afirma: "Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta." Esta omnisciencia asegura que Dios es justo en sus juicios y decisiones, ya que nada le es desconocido.

Contenido que puede ser de tu interés:Salmo 23: Significado y Explicación - Dios te Ama y ProtegeSalmo 23: Significado y Explicación - Dios te Ama y Protege

Eternidad: Sin principio ni fin

Dios es eterno, lo que significa que no tiene principio ni fin. En la Biblia, se describe a Dios como el Alfa y la Omega, el principio y el fin (Apocalipsis 22:13). Esta eternidad implica que Dios siempre ha existido y siempre existirá, fuera de las limitaciones del tiempo y el espacio que afectan a la creación. Su existencia no depende de nada ni de nadie, y no está sujeto a los cambios y ciclos que caracterizan la vida en el universo.

La eternidad de Dios también subraya su inmutabilidad. A lo largo de las Escrituras, se enfatiza que Dios no cambia (Malaquías 3:6; Santiago 1:17). Su naturaleza, sus propósitos y sus promesas permanecen constantes a lo largo del tiempo. Esta inmutabilidad proporciona una base firme para la fe y la confianza de los creyentes, ya que pueden estar seguros de que Dios es siempre fiel y sus promesas son seguras.

Además, la eternidad de Dios es un recordatorio de su trascendencia. Dios está por encima y más allá de todo lo que podemos comprender con nuestra mente finita. Su perspectiva abarca todo el tiempo y la historia, y su sabiduría y conocimiento son infinitos. Esta trascendencia nos invita a adorar a Dios con reverencia y asombro, reconociendo nuestra pequeñez ante su majestad eterna.

Contenido que puede ser de tu interés:Salmo 1: Descubra las Bendiciones para el que Obedece a DiosSalmo 1: Descubra las Bendiciones para el que Obedece a Dios

Santidad: Perfecto y sin culpa

La santidad de Dios es uno de sus atributos más destacados y fundamentales. Según la Biblia, Dios es completamente perfecto y sin culpa, lo que significa que no tiene pecado ni imperfección alguna. En el libro de Isaías 6:3, los serafines claman: "Santo, santo, santo es el Señor Todopoderoso; toda la tierra está llena de su gloria". Esta triple repetición de "santo" subraya la pureza absoluta y la separación de Dios de todo lo que es impuro o pecaminoso.

La santidad de Dios también implica que Él es moralmente perfecto y justo en todas sus acciones. No puede tolerar el pecado y siempre actúa de acuerdo con su naturaleza justa. En Levítico 19:2, Dios instruye a Moisés a decir al pueblo de Israel: "Sed santos, porque yo, el Señor vuestro Dios, soy santo". Esta llamada a la santidad refleja el deseo de Dios de que su pueblo refleje su carácter y viva de acuerdo con sus mandamientos.

Además, la santidad de Dios es la base de su relación con la humanidad. Debido a su santidad, Dios no puede ignorar el pecado, pero en su amor y misericordia, ha provisto un medio de redención a través de Jesucristo. En 1 Pedro 1:15-16, se nos recuerda: "Sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo". La santidad de Dios no solo define quién es Él, sino que también establece el estándar para la vida de sus seguidores.

Contenido que puede ser de tu interés:Aunque Ande en Valle de Sombra de Muerte - Explicación Salmo 23:4Aunque Ande en Valle de Sombra de Muerte - Explicación Salmo 23:4

Amor: Su naturaleza y acciones

El amor es una de las características más destacadas de Dios según la Biblia. En 1 Juan 4:8, se afirma que "Dios es amor", lo que significa que el amor no es solo una de sus cualidades, sino que es esencial a su naturaleza. Este amor se manifiesta de múltiples maneras a lo largo de las Escrituras, desde la creación del mundo hasta la redención de la humanidad a través de Jesucristo.

Una de las expresiones más claras del amor de Dios se encuentra en Juan 3:16, donde se dice: "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna". Este versículo subraya el sacrificio supremo que Dios hizo al enviar a su Hijo para salvar a la humanidad del pecado y la muerte. Este acto de amor no solo demuestra su deseo de reconciliación con la humanidad, sino también su compromiso con la justicia y la misericordia.

El amor de Dios también se refleja en su paciencia y perdón. A lo largo de la Biblia, vemos cómo Dios muestra misericordia y ofrece oportunidades de arrepentimiento a su pueblo, a pesar de sus repetidas fallas y desobediencias. En el Salmo 103:8-12, se describe a Dios como "misericordioso y clemente, lento para la ira y grande en misericordia". Esta disposición a perdonar y restaurar es una manifestación continua de su amor incondicional.

Contenido que puede ser de tu interés:Explicación del Salmo 37: El Secreto para Ser BendecidoExplicación del Salmo 37: El Secreto para Ser Bendecido

Inmutabilidad: Nunca cambia

La inmutabilidad de Dios es uno de los atributos más consoladores y profundos que se describen en la Biblia. Este atributo significa que Dios es constante y no cambia en su naturaleza, carácter, propósito o promesas. En un mundo donde todo está en constante cambio, la inmutabilidad de Dios ofrece una roca firme sobre la cual podemos construir nuestra fe y confianza.

La Escritura afirma esta verdad en varios pasajes. Por ejemplo, en Malaquías 3:6, Dios declara: "Porque yo, el Señor, no cambio; por eso ustedes, hijos de Jacob, no han sido consumidos." Este versículo subraya que la constancia de Dios es la razón por la cual su pueblo puede confiar en su fidelidad y misericordia a lo largo del tiempo. Asimismo, en Hebreos 13:8 se nos dice que "Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por los siglos," reafirmando que la naturaleza divina de Jesús comparte esta inmutabilidad.

La inmutabilidad de Dios también implica que sus promesas y su palabra son eternamente fiables. Lo que Dios ha dicho en el pasado sigue siendo válido hoy y lo será en el futuro. Esto nos da una base sólida para nuestra esperanza y fe, sabiendo que Dios no se retractará ni cambiará de opinión. Su amor, justicia, y misericordia permanecen constantes, y podemos estar seguros de que Él cumplirá todo lo que ha prometido.

Contenido que puede ser de tu interés:Salmo 51 Explicado: La Oración de un Pecador ArrepentidoSalmo 51 Explicado: La Oración de un Pecador Arrepentido

Justicia y misericordia

Dios es descrito en la Biblia como un ser perfectamente justo y misericordioso. Su justicia implica que todas sus acciones son rectas e imparciales, y que Él no tolera el pecado ni la iniquidad. La justicia de Dios asegura que el mal será castigado y que el bien será recompensado, como se refleja en versículos como Deuteronomio 32:4, que dice: "Él es la Roca, cuya obra es perfecta, porque todos sus caminos son rectitud; Dios de verdad, y sin ninguna iniquidad en él; es justo y recto."

Sin embargo, la justicia de Dios no está separada de su misericordia. La Biblia revela que Dios es también infinitamente misericordioso, ofreciendo perdón y ayuda a aquellos que se arrepienten y buscan su gracia. En el Salmo 103:8-12, se describe esta misericordia: "Misericordioso y clemente es Jehová; lento para la ira, y grande en misericordia. No contenderá para siempre, ni para siempre guardará el enojo. No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades, ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados. Porque como la altura de los cielos sobre la tierra, engrandeció su misericordia sobre los que le temen."

La combinación de justicia y misericordia se manifiesta de manera suprema en la obra redentora de Jesucristo. A través de la muerte y resurrección de Jesús, Dios satisface su justicia al castigar el pecado, pero también muestra su misericordia al ofrecer perdón y vida eterna a todos los que creen en Él. Romanos 3:25-26 lo expresa claramente: "A quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús."

Contenido que puede ser de tu interés:Salmo 90 y su Explicación - Enseñanza para Contar Nuestros DíasSalmo 90 y su Explicación - Enseñanza para Contar Nuestros Días

La Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo

La doctrina de la Trinidad es uno de los conceptos más profundos y misteriosos de la fe cristiana. Según la Biblia, Dios se manifiesta en tres personas distintas: el Padre, el Hijo (Jesús) y el Espíritu Santo. Aunque son tres personas, son un solo Dios, co-iguales y co-eternos, compartiendo la misma esencia divina. Esta unidad en diversidad es fundamental para entender la naturaleza de Dios según las Escrituras.

El Padre es la fuente y origen de todo, el creador del universo y el sustentador de la vida. Él es quien envía al Hijo al mundo para la redención de la humanidad. El Hijo, Jesucristo, es Dios encarnado, quien vivió una vida sin pecado, murió en la cruz y resucitó al tercer día para ofrecer salvación a todos los que creen en Él. El Espíritu Santo es el consolador y guía, quien habita en los creyentes, dándoles poder para vivir vidas santas y testificar del amor de Dios.

La Trinidad se revela en varios pasajes bíblicos, como en el bautismo de Jesús (Mateo 3:16-17), donde el Padre habla desde el cielo, el Hijo es bautizado y el Espíritu Santo desciende en forma de paloma. Esta manifestación simultánea de las tres personas de la Trinidad subraya su unidad y diversidad, mostrando cómo interactúan en perfecta armonía para llevar a cabo el plan divino de salvación.

Contenido que puede ser de tu interés:Salmo 91 Bien Explicado - Análisis Versículo por VersículoSalmo 91 Bien Explicado - Análisis Versículo por Versículo

Dios en el Antiguo Testamento

En el Antiguo Testamento, Dios se revela como el Creador y Sustentador del universo. Desde el primer versículo de Génesis, se presenta a Dios como el origen de todo lo que existe: "En el principio creó Dios los cielos y la tierra" (Génesis 1:1). Este acto de creación ex nihilo (de la nada) subraya su omnipotencia y soberanía absoluta sobre toda la creación.

Dios también se manifiesta como un ser personal que interactúa con la humanidad. A lo largo de los libros del Antiguo Testamento, Dios establece pactos con figuras clave como Noé, Abraham, Moisés y David. Estos pactos no solo muestran su deseo de relacionarse con la humanidad, sino también su fidelidad y compromiso con sus promesas. Por ejemplo, el pacto con Abraham incluye la promesa de hacer de él una gran nación y bendecir a todas las familias de la tierra a través de su descendencia (Génesis 12:1-3).

Además, Dios se revela como un ser justo y santo, que exige obediencia y rectitud de su pueblo. La entrega de la Ley a Moisés en el Monte Sinaí es un momento crucial en el que Dios establece un código moral y ético para los israelitas, reflejando su carácter santo y su deseo de que su pueblo viva en santidad. Sin embargo, junto con su justicia, Dios también muestra misericordia y compasión, perdonando a su pueblo cuando se arrepienten de sus pecados y vuelven a Él.

Contenido que puede ser de tu interés:Salmo del Día - Inspiración y Reflexión DiariaSalmo del Día - Inspiración y Reflexión Diaria

En el Antiguo Testamento, Dios también se presenta como un guerrero y protector de su pueblo. En numerosas ocasiones, interviene en la historia para liberar a los israelitas de la opresión y guiarles hacia la tierra prometida. Estas acciones no solo demuestran su poder, sino también su amor y cuidado por su pueblo elegido.

Dios en el Nuevo Testamento

En el Nuevo Testamento, Dios se revela de manera más completa a través de la persona de Jesucristo. Jesús es descrito como el Hijo de Dios, quien vino al mundo para salvar a la humanidad del pecado y ofrecer vida eterna. En Juan 1:1-14, se presenta a Jesús como el Verbo (Logos) que estaba con Dios y era Dios, y que se hizo carne y habitó entre nosotros. Esta encarnación de Dios en la persona de Jesús es una manifestación tangible del amor divino y su deseo de reconciliar a la humanidad consigo mismo.

Además, el Nuevo Testamento enfatiza la relación íntima y personal que los creyentes pueden tener con Dios a través de Jesús. En pasajes como Juan 14:6, Jesús declara: "Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por mí". Esto subraya la centralidad de Cristo en la fe cristiana y la comprensión de Dios. A través de la vida, muerte y resurrección de Jesús, los creyentes tienen acceso directo a Dios y pueden experimentar su amor, gracia y perdón.

Contenido que puede ser de tu interés:9 Salmos de Agradecimiento al Creador por Sus Maravillas9 Salmos de Agradecimiento al Creador por Sus Maravillas

El Nuevo Testamento también introduce al Espíritu Santo como una persona de la Trinidad que habita en los creyentes, guiándolos, consolándolos y capacitándolos para vivir de acuerdo con la voluntad de Dios. En Hechos 2, el Espíritu Santo desciende sobre los discípulos en Pentecostés, marcando el comienzo de la iglesia y la expansión del mensaje del evangelio. Esta presencia continua del Espíritu Santo es una garantía de la cercanía de Dios y su obra activa en el mundo y en la vida de los creyentes.

Conclusión

La Biblia presenta a Dios como el ser supremo y creador de todo lo que existe, caracterizado por atributos que lo hacen único y trascendente. Su omnipotencia, omnipresencia y omnisciencia subrayan su poder absoluto y su conocimiento infinito, mientras que su eternidad y santidad destacan su naturaleza perfecta y sin principio ni fin. Además, Dios es amor, justicia y misericordia, lo que refleja su profundo deseo de relacionarse con la humanidad y ofrecerle salvación y vida eterna.

La doctrina de la Trinidad, que describe a Dios como Padre, Hijo y Espíritu Santo, revela la complejidad y la unidad de su ser. A través de Jesús, Dios se hizo hombre para redimir a la humanidad, y mediante el Espíritu Santo, continúa guiando y consolando a los creyentes. Esta relación trinitaria muestra cómo Dios interactúa con el mundo y con las personas, ofreciendo una comprensión más profunda de su naturaleza y su propósito.

Contenido que puede ser de tu interés:12 Salmos de Agradecimiento a Dios - Inspiración y Gratitud12 Salmos de Agradecimiento a Dios - Inspiración y Gratitud

En última instancia, conocer a Dios según la Biblia implica reconocer su soberanía, su amor incondicional y su deseo de establecer una relación personal con cada individuo. La invitación a aceptar su amor y su salvación está abierta a todos, y es a través de esta relación que se puede experimentar la plenitud de vida que Dios ofrece.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Subir