Historia de Nuestra Señora Desatanudos - Devoción de S.S. Francisco

En este artículo, exploraremos la historia y el crecimiento de la devoción a Nuestra Señora Desatanudos, una advocación mariana que ha ganado popularidad gracias a la devoción del Papa Francisco. Descubriremos cómo esta imagen, pintada en 1700 por Johann Melchior Georg Schmittdner, llegó a ser conocida y venerada por el Papa Francisco durante su tiempo de estudio en Alemania.

Además, examinaremos cómo la devoción a Nuestra Señora Desatanudos se extendió rápidamente después de que el Papa Francisco promoviera su veneración cuando fue nombrado obispo auxiliar de Buenos Aires en 1992. También hablaremos sobre la inauguración del Santuario de Nuestra Señora que Desata los Nudos en Buenos Aires en 1996. Finalmente, discutiremos la investigación de dos años realizada por el periodista brasileño Eduardo Mattos sobre esta devoción, que se originó no en una aparición o milagro, sino en la fe de un jesuita.

Origen de la imagen de Nuestra Señora Desatanudos

La imagen de Nuestra Señora Desatanudos fue pintada por el artista alemán Johann Melchior Georg Schmittdner en 1700. La obra se encuentra en la iglesia de St Peter am Perlach, en Augsburgo, Alemania. La pintura representa a la Virgen María, rodeada de ángeles, desatando un nudo de una cinta, que simboliza los problemas y tribulaciones de la vida.

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El Papa Francisco descubrió la imagen en 1986, durante su estancia en Alemania para completar sus estudios. Quedó profundamente impresionado por la representación de la Virgen María como mediadora que desata los nudos de la vida de los fieles. Cuando fue nombrado obispo auxiliar de Buenos Aires en 1992, promovió la devoción a Nuestra Señora Desatanudos en Argentina.

La devoción a Nuestra Señora Desatanudos no se originó en una aparición o milagro, sino en la fe de un jesuita. El Papa Francisco, siendo aún Jorge Mario Bergoglio, se sintió atraído por la imagen y la devoción que inspiraba, y decidió llevarla a su país natal, donde se extendió rápidamente. En 1996, se inauguró el Santuario de Nuestra Señora que Desata los Nudos en Buenos Aires, convirtiéndose en un importante centro de peregrinación.

Descubrimiento de la imagen por el Papa Francisco

El Papa Francisco, entonces Jorge Mario Bergoglio, descubrió la imagen de Nuestra Señora Desatanudos durante su estancia en Alemania en 1986. En aquel tiempo, Bergoglio estaba estudiando en Alemania y se encontró con la pintura en la iglesia de St Peter am Perlach, en Augsburgo. La imagen, que data del año 1700 y fue pintada por Johann Melchior Georg Schmittdner, capturó profundamente su atención y devoción.

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Impresionado por la representación de la Virgen María desatando un nudo y liberando una cinta, Bergoglio vio en ella un poderoso símbolo de la misericordia y la intercesión de María. La imagen le transmitió un mensaje de esperanza y liberación, y decidió llevar esta devoción a su país natal, Argentina.

Cuando fue nombrado obispo auxiliar de Buenos Aires en 1992, Bergoglio promovió activamente la devoción a Nuestra Señora Desatanudos. Su fervor y dedicación a esta advocación mariana contribuyó a que se extendiera rápidamente entre los fieles de su diócesis y más allá. En 1996, se inauguró el Santuario de Nuestra Señora que Desata los Nudos en Buenos Aires, consolidando aún más la popularidad de esta devoción.

La devoción del Papa Francisco a Nuestra Señora Desatanudos

La devoción del Papa Francisco a Nuestra Señora Desatanudos se remonta a 1986, cuando descubrió la imagen original en la iglesia de St Peter am Perlach, en Augsburgo, Alemania, mientras estudiaba allí. La pintura, realizada por Johann Melchior Georg Schmittdner en 1700, capturó su atención y su corazón, y desde entonces ha promovido su devoción.

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Cuando fue nombrado obispo auxiliar de Buenos Aires en 1992, el Papa Francisco llevó consigo esta devoción y la compartió con los fieles de su diócesis. En 1996, se inauguró el Santuario de Nuestra Señora que Desata los Nudos en Buenos Aires, un lugar de peregrinación y oración para aquellos que buscan la intercesión de la Virgen María.

La devoción a Nuestra Señora Desatanudos no se originó en una aparición o milagro, sino en la fe de un jesuita. Sin embargo, su popularidad ha crecido exponencialmente gracias a la promoción del Papa Francisco, extendiéndose rápidamente por todo el mundo.

Inauguración del Santuario de Nuestra Señora que Desata los Nudos

En 1996, un hito importante en la historia de la devoción a Nuestra Señora Desatanudos tuvo lugar en Buenos Aires, Argentina. El entonces obispo auxiliar de Buenos Aires, Jorge Mario Bergoglio, quien más tarde se convertiría en el Papa Francisco, inauguró el Santuario de Nuestra Señora que Desata los Nudos. Este santuario se convirtió en un lugar de peregrinación para los fieles que buscaban la intercesión de la Virgen María para resolver sus problemas y dificultades.

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El santuario se convirtió en un faro de esperanza para muchos, y la devoción a Nuestra Señora Desatanudos creció rápidamente en Argentina y luego se extendió a otras partes del mundo. La imagen de la Virgen, que muestra a María desatando un nudo en una cinta, simboliza su papel como intercesora que puede "desatar los nudos" de los problemas y dificultades en nuestras vidas.

La inauguración del santuario marcó un punto de inflexión en la popularidad de esta devoción, y desde entonces, la imagen de Nuestra Señora Desatanudos ha llegado a ser venerada por millones de personas en todo el mundo. La devoción a Nuestra Señora Desatanudos es un testimonio del poder de la fe y la intercesión de la Virgen María en la vida de los fieles.

Expansión de la devoción a Nuestra Señora Desatanudos

La devoción a Nuestra Señora Desatanudos comenzó a expandirse rápidamente después de que el Papa Francisco, entonces obispo auxiliar de Buenos Aires, la promoviera en 1992. La imagen de la Virgen, que simboliza la capacidad de desatar los nudos y problemas de la vida, resonó profundamente en los fieles. La devoción se extendió más allá de las fronteras de Argentina, llegando a otros países de América Latina y, finalmente, a todo el mundo.

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En 1996, se inauguró el Santuario de Nuestra Señora que Desata los Nudos en Buenos Aires, convirtiéndose en un lugar de peregrinación para los devotos. La devoción a Nuestra Señora Desatanudos no se basa en una aparición o milagro, sino en la fe y la creencia en su intercesión. La imagen de la Virgen desatando un nudo es un poderoso símbolo de esperanza y liberación para muchos creyentes.

La devoción a Nuestra Señora Desatanudos ha crecido tanto que ahora se celebran misas y novenas en su honor en muchas iglesias alrededor del mundo. La fe en su intercesión ha proporcionado consuelo y esperanza a muchos fieles en tiempos de dificultad y desafío. La devoción a Nuestra Señora Desatanudos es un testimonio de la fe de un jesuita y del poder de la Virgen María para interceder y desatar los nudos de nuestras vidas.

La investigación de Eduardo Mattos sobre la devoción

Eduardo Mattos, en su meticulosa investigación, revela que la devoción a Nuestra Señora Desatanudos no se originó en una aparición o milagro, como suele ser común en las advocaciones marianas. En cambio, esta devoción nació de la fe de un jesuita, el Papa Francisco, quien descubrió la imagen en 1986 mientras estudiaba en Alemania.

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La imagen original, pintada por Johann Melchior Georg Schmittdner en 1700, se encuentra en la iglesia de St Peter am Perlach, en Augsburgo, Alemania. El Papa Francisco, conmovido por la representación de la Virgen María desatando un nudo en una cinta, decidió promover esta devoción cuando fue nombrado obispo auxiliar de Buenos Aires en 1992.

En 1996, se inauguró el Santuario de Nuestra Señora que Desata los Nudos en Buenos Aires, y la devoción se extendió rápidamente. Mattos destaca que la popularidad de esta advocación mariana se debe en gran medida a la promoción que hizo el Papa Francisco. Su devoción personal a Nuestra Señora Desatanudos ha inspirado a muchos fieles en todo el mundo a volverse hacia esta imagen de la Virgen María en busca de consuelo y ayuda en tiempos de dificultades.

El papel de la fe en la devoción a Nuestra Señora Desatanudos

La devoción a Nuestra Señora Desatanudos no se originó en una aparición o milagro, como es común en muchas otras advocaciones marianas. En cambio, esta devoción nació de la fe profunda y personal de un jesuita, el Papa Francisco. Durante su tiempo de estudio en Alemania, descubrió la imagen de Nuestra Señora Desatanudos en la iglesia de St Peter am Perlach en Augsburgo. La imagen, que data del año 1700, fue pintada por Johann Melchior Georg Schmittdner y representa a la Virgen María desatando un nudo en una cinta, simbolizando la resolución de los problemas y dificultades de la vida.

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El Papa Francisco, entonces Jorge Mario Bergoglio, se sintió profundamente conmovido por la imagen y la devoción que representaba. Al regresar a Argentina, promovió esta devoción con fervor, convirtiéndola en una parte integral de su ministerio. En 1992, cuando fue nombrado obispo auxiliar de Buenos Aires, la devoción a Nuestra Señora Desatanudos se extendió rápidamente, llegando a los corazones de muchos fieles.

La fe, en este caso, no solo fue el motor de la devoción, sino también su sustento y su fuerza. La creencia en la intercesión de la Virgen María como desatadora de los nudos de la vida, se convirtió en un faro de esperanza para muchos, un testimonio de la fe inquebrantable del Papa Francisco y un reflejo de su compromiso con los problemas y dificultades de su pueblo.

Conclusión

La devoción a Nuestra Señora Desatanudos es un testimonio de la fe y la perseverancia. No se originó en un milagro o aparición, sino en la fe de un jesuita que encontró consuelo y esperanza en la imagen de la Virgen María desatando los nudos de una cinta. Esta imagen, que simboliza la capacidad de María para desatar los nudos y problemas de nuestras vidas, ha resonado con los fieles de todo el mundo.

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El Papa Francisco ha jugado un papel crucial en la promoción de esta devoción. Su descubrimiento de la imagen en Alemania y su posterior promoción de la devoción en Argentina han ayudado a difundir la devoción a Nuestra Señora Desatanudos en todo el mundo. Hoy en día, la devoción a Nuestra Señora Desatanudos es una fuente de consuelo y esperanza para muchos, un recordatorio de la intercesión de María en nuestras vidas y de su capacidad para desatar los nudos y problemas que encontramos.

En última instancia, la historia de Nuestra Señora Desatanudos es una historia de fe. Es una historia de cómo la fe de un individuo puede inspirar a otros y difundirse por todo el mundo. Y es una historia de cómo la fe en María, como Nuestra Señora Desatanudos, puede proporcionar consuelo, esperanza y ayuda en los momentos de dificultad.

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